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Anodizado duro y decorativo | Diferencias, aplicaciones y ventajas

Escrito por Weerg staff | jul 10, 2025

El anodizado es un tratamiento superficial muy utilizado en materiales metálicos como el aluminio, que utiliza un proceso electroquímico para formar una capa protectora de óxido. Aunque el principio básico es el mismo, hay dos tipos principales de anodizado que difieren significativamente en sus características, aplicaciones y propósitos: el anodizado duro y el anodizado estético (también conocido como natural o decorativo).

Anodizado decorativo (estético)

El anodizado decorativo es probablemente el más conocido y extendido, ya que se utiliza principalmente para dar a los objetos de aluminio un acabado decorativo, liso y resistente a la corrosión, aunque con relativamente poca protección en comparación con el anodizado duro. Este tipo suele elegirse para componentes arquitectónicos como ventanas, puertas, paneles decorativos y objetos domésticos como electrodomésticos o aparatos electrónicos. La razón principal reside en que permite una amplia gama de colores brillantes y uniformes gracias a la especial estructura porosa de la capa de óxido formada, capaz de absorber y retener eficazmente los pigmentos.

Desde un punto de vista técnico, el anodizado estético requiere unas condiciones de funcionamiento moderadas: el tratamiento tiene lugar a temperatura ambiente o cercana a los 20 °C, con una tensión y una densidad de corriente relativamente bajas. Así se forma una capa fina, normalmente de entre 5 y 25 micras, que mantiene una buena adherencia al material base y un buen grado de resistencia a la corrosión, siempre que se realice un sellado final adecuado. Es importante destacar que este tipo de anodizado, debido a su ligereza y a su espesor limitado, no es especialmente adecuado para aplicaciones en entornos extremadamente agresivos o sometidos a esfuerzos mecánicos o abrasivos importantes.

Características principales

  • También conocido como anodizado natural o de tipo II (según ISO 7599 / MIL-A-8625 Tipo II), produce capas finas (5-25 µm) y porosas.
  • Espesor: 5-25 µm;
  • Poros más grandes (50-100 nm), ideales para absorber colorantes;

  • Acabado liso y transparente, adecuado para colores claros y metalizados.

Fines y aplicaciones

  • Estética: amplia gama de colores mediante pigmentación en los poros (azul, rojo, dorado...);
  • Resistencia estándar a la corrosión y al desgaste: suficiente para entornos no agresivos.

Ventajas y limitaciones

Ventajas

  • Elegante acabado disponible tanto brillante como mate;
  • Buen grado de protección en condiciones normales;

  • Bajo coste.

Limitaciones

  • Capa fina, en consecuencia, sellado mecánico limitado;
  • Alta porosidad, requiere sellado para garantizar la durabilidad;

  • Inadecuado para condiciones extremas o alto desgaste.

Anodizado duro

Por el contrario, el anodizado duro, también conocido como anodizado duro o anodizado de tipo III, es una versión mejorada del proceso, especialmente desarrollada para conferir al material tratado unas propiedades mecánicas y químicas excepcionales. Este tipo de tratamiento se distingue ante todo por la dureza y el espesor de la capa protectora generada, que puede alcanzar valores típicos de entre 30 y 80 micras, superando incluso las 100 micras en los casos más extremos.

Las condiciones operativas que caracterizan el anodizado duro son decididamente más rigurosas y específicas que las del anodizado estético: el proceso tiene lugar a temperaturas extremadamente bajas, a menudo cercanas a 0°C o ligeramente inferiores, con densidades de corriente y tensiones muy elevadas. Esta combinación favorece la formación de una capa de óxido extremadamente compacta, con poros muy pequeños en comparación con la versión estética, capaz de ofrecer propiedades mecánicas muy superiores, como una extraordinaria resistencia a la abrasión, una dureza que puede variar entre 250 y 600 HV (escala Vickers) y una sólida protección contra la corrosión y los productos químicos agresivos.

Sin embargo, estas elevadas prestaciones implican un coste de tratamiento más alto en comparación con el anodizado decorativo, debido al equipo especializado necesario, al elevado consumo energético requerido para mantener temperaturas bajas y al uso de electrolitos particulares.

Este tipo de anodizado está orientado principalmente a aplicaciones puramente técnicas y funcionales, como componentes mecánicos, piezas sometidas a fuerte desgaste y abrasión, equipos industriales, automoción, naval y aeronáutica.

Características técnicas

  • Conocidos como Tipo III según ISO 10074 / MIL-A-8625 Tipo III, presentan espesores entre 30-80 µm, con picos de hasta 150 µm.

  • Espesor: normalmente 40-60 µm, a veces 80 µm;
  • Corriente/intensidad: mayor densidad (1,5-5 A/dm²; tensiones de hasta 120 V);

  • Poros pequeños (20-40 nm), casi cerrados.

Propiedades mecánicas y químicas

  • Dureza del óxido de hasta 500–600 HV;

  • Resistencia al desgaste y a la abrasión notablemente superior al material no tratado;

  • Aislamiento eléctrico mejorado en comparación con el aluminio estándar (voltaje de ruptura de hasta 2.000 V);

  • Corrosión mejor protección incluso en entornos agresivos.

Desventajas

  • Menor resistencia a la fatiga: pérdida del 30-60%;

  • Coste elevado: proceso complejo, energía, refrigeración.

Comparación directa entre los dos tipos

La elección entre el anodizado decorativo y el anodizado duro depende estrictamente de la aplicación final del producto. Si se busca una solución principalmente decorativa, con buenas prestaciones de resistencia a la corrosión y bajo coste, el anodizado natural es sin duda la elección más adecuada. Por el contrario, cuando las condiciones de funcionamiento son muy agresivas, tanto desde el punto de vista mecánico como químico, y las prestaciones técnicas se convierten en una prioridad absoluta, el anodizado duro se perfila como la solución ideal, a pesar de su mayor coste.

Otro aspecto relevante a la hora de comparar estos dos tipos de tratamiento se refiere a las normas de referencia: mientras que el anodizado estético suele seguir las normas ISO 7599, UNI 10681 y MIL-A-8625 tipo II, el anodizado duro se refiere a normas más estrictas como ISO 10074, UNI 7796 y MIL-A-8625 tipo III. Este detalle es crucial en la elección del tratamiento, ya que las especificaciones técnicas y las normas exigidas por cada industria pueden influir significativamente en la decisión final.

Aplicaciones típicas

Anodizado decorativo

  • Componentes arquitectónicos (accesorios, paneles, barandillas)
  • Carrocerías y carcasas de dispositivos (ordenadores, smartphones);

  • Objetos, electrodomésticos;

  • Aplicaciones domésticas y comerciales en condiciones moderadas.

Anodizado duro

  • Piezas mecánicas de alto desgaste (rodamientos, engranajes, guías);
  • Sectores aeroespacial, automoción, militar y naval;

  • Componentes de equipos alimentarios y superficies resistentes al rayado.

Estándares y normas

  • Anodizado estético: ISO 7599, UNI 10681, MIL-A-8625 Tipo II
  • Anodizado duro ISO 10074, UNI 7796, MIL-A-8625 Tipo III


Característica Anodizado decorativo (II) Anodizado duro (III)
Grosor de la capa 5-25 µm 30-80 µm
Tamaño de poro 50-100 nm (muy poroso) 20-40 nm (pocos poros)
Dureza/resistencia Moderada (150-300 HV) Alta (300-600 HV)
Coste Relativamente barato Significativo

 

Conclusión

En conclusión, ambos procesos de anodizado poseen áreas específicas de excelencia. Un conocimiento profundo de los mismos permite tomar decisiones informadas en el diseño y la producción de componentes y estructuras, optimizando así la durabilidad, el coste y el rendimiento general. Saber elegir el tratamiento más adecuado a las necesidades de cada uno es, en efecto, crucial para garantizar que los productos acabados cumplan plenamente los requisitos de las aplicaciones específicas, equilibrando estética, rendimiento y sostenibilidad económica.

 

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