Las piezas de material metálico se pueden someter a diferentes tratamientos para variar su apariencia. Los aluminios se pueden anodizar, no solo para mejorar su resistencia a la corrosión y protegerlos, sino también para cambiar su color. Los otros materiales metálicos se pueden granallar para uniformar la superficie, eliminar las marcas provocadas por las herramientas y mejorar el rendimiento bajo estrés de las piezas.