Latón OT63
Aleación CW508L o “63/37” sin plomo certificada NSF/ANSI 372
El latón OT 63, a menudo denominado CW508L o "63/37", es una aleación sin plomo, certificada NSF/ANSI 372, que combina la elegancia de un acabado de cobre con las propiedades mecánicas del zinc. En su estado semiduro, la chapa se presta a procesamientos complejos sin perder integridad estructural, al tiempo que garantiza el cumplimiento de la normativa sobre agua potable y las exigencias estéticas de la arquitectura y el diseño.

PROS
- Excelente trabajabilidad en frío
- Buena resistencia a la corrosión
- Excelente conductividad térmica y eléctrica
- Compatibilidad alimentaria
- Precio equilibrado
CONTRAS
- Difícil elaboración en caliente
- Ausencia de plomo
- Menor resistencia mecánica en comparación con algunos latones especiales
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
- Proceso de mecanizado: Corte por láser
- Tolerancias: Ver aquí en función del espesor de la chapa
- Dim Max: 400x400 mm ; 15.75x15.75 in
- Tiempo de producción: <4 días
VÍDEO LATÓN OT63 CORTE POR LÁSER
Excelente trabajabilidad en frío
La microestructura especial del estado semiduro permite a la OT 63 someterse a flexiones de hasta 90° (y superiores) sin provocar grietas ni deformaciones no deseadas. Esto hace que la aleación sea ideal para operaciones de embutición profunda, acuñado y conformado de precisión, con alta repetibilidad y reducido desgaste de herramientas y matrices, optimizando el tiempo de producción y los costes de mantenimiento.
Excelente resistencia a la corrosión
El alto contenido en cobre confiere al latón OT 63 una inercia natural frente a los agentes atmosféricos y químicos. En entornos marinos, sistemas de fontanería y aplicaciones exteriores, la aleación conserva su acabado a lo largo del tiempo, protegiendo las superficies de la oxidación, las incrustaciones y el deterioro causados por la humedad y la salinidad.
Compatibilidad con aplicaciones de agua y alimentos
Gracias a su ausencia de plomo y a la certificación NSF/ANSI 372, OT 63 es segura para su uso en grifos, válvulas, racores y accesorios en contacto con agua potable y alimentos. La estabilidad química de la aleación impide la liberación de impurezas, garantizando la máxima higiene y el cumplimiento de la normativa sanitaria aplicable.
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COMENTARIO
El latón OT 63 (CW508L, también conocido como latón 63/37) es una de las aleaciones más populares de la industria debido a su perfecto equilibrio de cobre (63 %) y zinc (37 %). Con la certificación NSF/ANSI 372 -que acredita su conformidad con los requisitos para materiales en contacto con agua potable-, este latón pertenece a las aleaciones sin plomo, cumpliendo la normativa vigente del Ministerio de Sanidad para sistemas de agua. La peculiaridad del estado semiduro confiere a la chapa una ductilidad tal que permite curvaturas de hasta 90° y más, sin provocar grietas ni roturas. Esto abre infinitas posibilidades para el procesamiento mecánico (desde el corte por láser al cizallado, desde el corte por agua al fresado tradicional) y los tratamientos superficiales (satinado, pulido, bruñido, cromado, pintura).
Ventajas del latón OT 63
Alta trabajabilidad en frío: el estado semiduro de la chapa permite una profunda deformación plástica sin fallo estructural. Los doblados a 90°, la embutición profunda, el acuñado y los doblados en espiral son extremadamente fáciles, lo que reduce los tiempos de utillaje y aceptación de piezas. Esto es especialmente ventajoso para la producción en serie de componentes con geometrías complejas, donde se requiere una alta precisión y repetibilidad.
Buena resistencia a la corrosión: Debido a su importante contenido en cobre y a su baja afinidad por los reactivos atmosféricos agresivos, la OT63 mantiene una excelente estabilidad superficial a lo largo del tiempo. Se utiliza ampliamente en entornos marinos, fontanería, accesorios e intercambiadores de calor, donde la acción combinada del agua, la humedad y las variaciones térmicas podrían comprometer la durabilidad de materiales menos nobles.
Notable conductividad térmica y eléctrica: el latón 63/37 tiene una conductividad térmica de unos 110-120 W/m-K y una conductividad eléctrica de unos 28 % IACS, valores que lo hacen adecuado para componentes de aplicaciones electrotécnicas, como contactos eléctricos, conectores, placas de masa y blindajes EMI/RFI. Además, su buena transmisión térmica lo hace adecuado para piezas de intercambiadores de calor y radiadores industriales.
Compatibilidad alimentaria y sanitaria: Conforme a la norma NSF/ANSI 372 y exento de plomo (o con un contenido de plomo inferior al 0,25 %), el OT 63 se utiliza ampliamente en racores, válvulas, accesorios para sistemas de agua potable y en la industria alimentaria, donde el contacto directo con líquidos consumibles requiere materiales no tóxicos y permanentemente estables.
Equilibrio económico: En comparación con otras aleaciones de latón con mayor contenido en cobre (como la más cara OT 67), OT 63 ofrece un menor coste por kilogramo, al tiempo que proporciona un alto nivel de prestaciones mecánicas y químicas. Esto la convierte en la solución preferida para muchas aplicaciones industriales en las que la relación coste/rendimiento es un factor determinante.
Adaptabilidad a los tratamientos superficiales: La microestructura de la OT 63 acepta fácilmente acabados estéticos tanto mates (satinado, bruñido) como brillantes (pulido espejo, electropulido), así como pintura y cromado. Esto permite obtener componentes a la vez funcionales y atractivos en términos arquitectónicos y de diseño.
Limitaciones y puntos críticos
Procesamiento en caliente menos fluido: Aunque la OT 63 es excelente en frío, no alcanza la misma fluidez de arranque de viruta que las aleaciones de plomo (por ejemplo, la OT 58). Durante el torneado y el fresado, es necesario optimizar los parámetros de corte, utilizar refrigerantes de alta calidad y herramientas con recubrimientos adecuados para evitar la adherencia de material y la formación de virutas continuas que comprometan el acabado superficial.
Sin plomo: La eliminación del plomo, aunque beneficiosa desde el punto de vista medioambiental y sanitario, reduce la "blandura" de la aleación en el mecanizado. Esto provoca un desgaste más rápido de las herramientas y la necesidad de cambiarlas con frecuencia o de aplicar tratamientos térmicos posteriores al mecanizado para restaurar la ductilidad de la superficie.
Resistencia mecánica moderada: Con valores típicos de resistencia a la tracción entre 350 y 400 MPa y un límite elástico en torno a 100-150 MPa, la OT 63 es adecuada para una gran variedad de usos, pero no compite con las cuñas estructurales de alto rendimiento (para las que se prefieren aceros especiales o aleaciones con aditivos de estaño, hierro o plomo). En aplicaciones sometidas a cargas dinámicas elevadas o vibraciones intensas, deben evaluarse cuidadosamente los márgenes de seguridad.
Dificultades de soldadura con métodos tradicionales: Aunque puede soldarse con técnicas específicas (GTAW con hilo de aportación de silicio o fósforo), el latón OT 63 requiere operarios experimentados y controles cuidadosos para evitar porosidades internas o grietas por calentamiento. La soldadura con gas (oxiacetileno) debe realizarse con fundentes protectores específicos para evitar inclusiones de óxido.
Elevado peso específico: Con una densidad de unos 8,4 g/cm³, el OT 63 es significativamente más pesado que el aluminio o el magnesio. En proyectos en los que el peso afecta al consumo de energía (aeroespacial, automoción, transporte), es necesario equilibrar sus excelentes propiedades mecánicas con posibles limitaciones estructurales.
Aplicaciones típicas en chapa metálica
El latón OT 63 en formato chapa se utiliza en muchos ámbitos por su versatilidad estética y funcional. En el sector de la carpintería metálica y el mobiliario se utiliza para paneles decorativos, revestimientos y tabiques divisorios que requieren elegantes patrones perforados, así como revestimientos para fachadas ventiladas. Los perfiles de acabado, como marcos, zócalos y tiradores planos, se benefician del brillo natural y la estabilidad dimensional de esta aleación, mientras que las lámparas, bandejas y estanterías de diseño aprovechan su maquinabilidad para lograr formas armoniosas y detalles refinados.
En el sector de la construcción, la OT 63 se utiliza para placas de cubierta en puertas y cerraduras blindadas, así como para elementos de acabado en pulsadores e interfonos, donde su resistencia a la corrosión garantiza su durabilidad incluso en entornos exteriores. Del mismo modo, la industria electrotécnica aprovecha las cualidades de conductividad eléctrica del latón OT 63/37 para contactos y terminales, para placas de masa y para blindajes EMI/RFI, garantizando protección y fiabilidad en las aplicaciones más sensibles.
El uso de OT 63 también se extiende al mundo del arte y la publicidad: rótulos, letras perfiladas y placas personalizadas se moldean con precisión, ofreciendo un cálido contraste de color y un acabado pulido o satinado según se requiera. En el campo del arte sacro, la chapa de latón se elige para cruces, frisos y relicarios que requieren una combinación de ligereza y resistencia a la corrosión.
En ingeniería ligera, los espaciadores, soportes y placas de refuerzo se benefician de la ductilidad y conductividad del material, mientras que las juntas y soportes aislantes se benefician de su excelente estabilidad dimensional. También en la construcción de instrumentos musicales, la OT 63 es apreciada para placas de refuerzo y protectores secundarios de instrumentos de viento, así como para detalles estéticos en piezas de acabado.
Por último, el corte por láser en chapa de latón OT 63 permite conseguir geometrías complejas y tolerancias muy ajustadas sin necesidad de acabado posterior. Esta tecnología es actualmente una referencia en aplicaciones de diseño industrial, decoración de interiores y exteriores, señalización artística, componentes personalizados para automóviles y motocicletas, así como en la fabricación de pequeñas piezas metálicas para joyería y moda de alta gama.
Comparación con otros materiales
Latón OT 58 (CuZn40Pb2): OT 58, enriquecido con plomo (hasta un 2 %), destaca por su facilidad de mecanizado, ofreciendo virutas rotas y menor desgaste de la herramienta. Sin embargo, presenta una menor deformabilidad en frío y no siempre cumple la normativa sobre agua potable. OT 63, aunque requiere parámetros de corte más precisos, ofrece un rendimiento superior en aplicaciones alimentarias y sanitarias.
Latón OT 67 (CuZn33): Con un mayor contenido de cobre, OT 67 ofrece una resistencia a la corrosión ligeramente mejor y una mayor tenacidad; sin embargo, el coste de la materia prima es considerablemente superior y la trabajabilidad en frío puede ser menos sencilla que OT 63.
Latón con plomo: Las aleaciones con un alto contenido en plomo (hasta el 3 %) se encuentran entre las más "blandas" para el fresado y el punzonado, pero no cumplen los requisitos medioambientales y sanitarios para el uso del agua. Por ello, OT 63 representa un punto de encuentro entre la salubridad del material y la calidad de procesamiento.
Aluminio 5754(Al-Mg): El aluminio 5754, con una densidad de unos 2,67 g/cm³, es más de tres veces más ligero y presenta una resistencia superior a la corrosión en entornos marinos gracias a su capa protectora de óxido. Sin embargo, en términos de conductividad eléctrica (sólo un 30% IACS del latón) y conductividad térmica (130-150 W/m-K del aluminio frente a 110-120 W/m-K del OT 63), el latón sigue siendo el material preferido para intercambiadores de calor y componentes eléctricos. El aluminio destaca en soldabilidad TIG/MIG y conformabilidad en frío, pero le cuesta ofrecer acabados estéticos finos sin tratamientos posteriores más complejos.
Aceros inoxidables(serie 300): Los aceros inoxidables ofrecen una resistencia mecánica superior y una excelente resistencia a la corrosión, pero su conductividad térmica y eléctrica es menor y su trabajabilidad en frío requiere fuerzas y herramientas más potentes. El latón OT 63 sigue siendo preferible cuando se requieren buenas propiedades conductoras y un acabado pulido o satinado de bajo coste.
Conclusión
El latón OT 63 demuestra ser una aleación extremadamente versátil y equilibrada, ideal para una amplia gama de aplicaciones mecánicas, arquitectónicas, electrónicas y de diseño. Su estado semiduro permite una producción rápida y fiable, con curvados y conformados complejos sin riesgo de agrietamiento. La certificación NSF/ANSI 372 y la ausencia de plomo hacen que su uso sea seguro en contacto con agua potable y alimentos. Aunque presenta algunas dificultades en el trabajo en caliente y una resistencia mecánica inferior a la de las aleaciones especiales o los aceros inoxidables, su precio competitivo, su conductividad térmica y eléctrica y su refinada estética hacen de la OT 63 la solución elegida cuando se busca un material dúctil, resistente a la corrosión y fácil de acabar. A la hora de elegir entre OT 63 y materiales alternativos (OT 58, OT 67, aluminio 5754, acero inoxidable), el diseñador deberá evaluar de forma integrada factores como el entorno operativo, los requisitos mecánicos, la conductividad, el peso y la normativa sanitaria para identificar la aleación o el metal que optimice el coste y el rendimiento del producto final.
PROPIEDADES DEL MATERIAL
Carga de rotura por tracción | 350-440 MPa |
Módulo elástico | 112 GPa |
Alargamiento a la rotura | 19% |
Densidad | 8,5 g/cm³ |
Temperatura de fusión | 902-920 ºC |
Dureza | 95-125 Brinell |
Límite elástico | 170 MPa |
Preguntas y respuestas
OT 63, también denominada CW508L o "63/37", es una aleación compuesta aproximadamente por un 63 % de cobre y un 37 % de zinc. No contiene plomo o contiene cantidades insignificantes (≤ 0,25 %), lo que le permite cumplir la norma NSF/ANSI 372. Esta certificación garantiza que los componentes de latón OT 63 son seguros en contacto con el agua potable y cumplen la normativa del Ministerio de Sanidad.
El "estado semiduro" indica un tratamiento mecánico intermedio entre el estado recocido y el endurecido. La chapa semidura conserva una excelente ductilidad: se pueden realizar curvas de hasta 90° (o más) sin riesgo de agrietamiento, conservando al mismo tiempo una rigidez suficiente para el mecanizado posterior. El resultado es una mayor precisión en las piezas conformadas y un menor desgaste de los moldes.
El OT 63 se utiliza ampliamente en arquitectura y diseño de interiores, donde sus superficies pueden transformarse en paneles decorativos, boiseries o revestimientos perforados, y en marcos de puertas y ventanas para placas de puertas, tapas de cerraduras y pulsadores exteriores. En el sector electrotécnico se utiliza para fabricar contactos, terminales, placas de masa y blindajes EMI/RFI gracias a su buena conductividad eléctrica y estabilidad a la corrosión. Los estudios de diseño y la industria publicitaria aprovechan su capacidad de corte por láser para fabricar rótulos, logotipos y objetos personalizados. Los talleres de maquinaria ligera lo prefieren para separadores, soportes y juntas que requieren a la vez resistencia y conductividad térmica, mientras que el mundo de la instrumentación musical lo elige para placas de refuerzo y detalles estéticos para instrumentos de viento. Por último, en el ámbito náutico se utiliza para accesorios de interior y exterior que deben resistir la sal y la humedad sin perder su acabado pulido o satinado.
Aunque la OT 63 destaca por su mecanizabilidad en frío, tiene una capacidad de arranque de viruta inferior a la de las aleaciones que contienen plomo, lo que hace necesario utilizar refrigerantes de mayor rendimiento y herramientas especiales para evitar que se pegue al filo de corte. Aunque la ausencia de plomo protege la salubridad del material, también reduce la "suavidad" en la máquina herramienta, provocando un mayor desgaste de las brocas y cuchillas de corte. La resistencia mecánica del OT 63, aunque adecuada para muchos usos, es sin embargo inferior a la del acero inoxidable o el latón enriquecido con estaño o hierro, y su elevado peso volumétrico puede ser una desventaja en aplicaciones en las que la ligereza es crucial, como en los sectores aeroespacial o del automóvil.
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