El bronce es una aleación versátil y de alto rendimiento, que destaca en algunas aplicaciones especializadas. Un ejemplo de ello son los componentes mecánicos y los órganos de transmisión sujetos a desgaste y a fuertes presiones. Es un metal fácil de mecanizar tanto por fundición para crear detalles en bruto como por arranque de virutas para realizar características con excelentes acabados y tolerancias estrechas.