El PEEK tiene unas propiedades excepcionales que, con la adición de fibra de carbono corta, lo mejoran aún más y lo convierten en uno de los polímeros de mayor rendimiento disponibles. La resistencia térmica mejora notablemente al alcanzar los 315°C antes de deformarse (HDT 0,8 MPa) y las propiedades mecánicas son similares a las del PEEK semicristalino, pero con un comportamiento más frágil y menos dúctil. También aumenta el módulo elástico haciendo que el material sea menos flexible. Resiste la colocación en entornos hostiles con combustibles, grasas, productos químicos, alta humedad e intensas vibraciones. Debido a su excelente rendimiento combinado con su ligereza, el material se utiliza ampliamente como sustituto del metal en la industria.